Saudade

Si bueno la verdad estoy un poco inquieta a un poco curiosa y un poco seca, ¿seca?, sí de tristeza. La cabeza pesa más sobre la mesa de lo que yo esperaba aun así es fácil salir, fácil entrar, todo es tan fácil, tan fácil como engañar, como correr y como evadir, como sentir que todo se va porque es fácil irse, fácil volar, fácil extrañar. Fácil olvidar, si vamos a caminar sin cantar desde el alma el dolor, el camino se avanza fácil, mas la retina manchada no olvida ni será fácil de borrar. Malditos y benditos hombres, malditas y benditas mujeres, ¿quiénes son ustedes para adueñarse del amor? De la escritura y de la hermosura, el cielo tiene un horizonte, la vida y la muerte, el cielo y la tierra, la derecha y la izquierda, el ying y el yang, ida y pingala.

Fácil ver, condenados a contemplarse pero jamás a juntarse, porque entonces el espacio y ellos mismos desaparecen y ya no hay deseo, no hay imagen, no hay objetivo, todo se va. La poesía muere cuando se acaba el amor como en este punto. Y renace cuando que fácil es, dejar de existir, y de eso se trata, de desaparecer, adonde se irá ese cielo y esa tierra cuando el horizonte, el deseo y la imagen, son rompidos por la magia del amor?